A lo largo de los años, Bodegas Iglesias ha mantenido inalterables sus símbolos, sus aromas, sus colores y su espíritu, arraigado en una tradición y un pasado lleno de historia.
Este vino dulce que elaboramos, como antaño y con la experiencia que nos define, con su agradable y delicado sabor en boca, su ligereza al tragarlo y su textura nada de empalagosa, hacen un auténtico placer para los amantes de los vinos dulces.